A veces, cuando nace un niño no sabemos que regalarle porque pensamos que todo el mundo le llevará ropita y no queremos repetir (ni que se quede por estrenar...). En mi caso, suelo optar por una tarta de pañales o similar, porque pañales sí que va a necesitar... ¡y muchos!
Pero en este caso, teniendo en cuenta que no conseguí ver a los padres en todo el embarazo y que, aunque la intención era ir a conocer al nuevo miembro de la familia al hospital, con ellos por una cosa o por otra siempre tardo más de lo esperado en verlos... así que decidí hacer algo que le sirviera más adelante.
Ya os enseñé aquí el tazón, hoy la taza y otro día la última pieza del kit que le preparé. Aun no lo puede usar, pero sé que lo hará y espero que durante muchos años!
No hay comentarios:
Publicar un comentario