Algo que aprendí a hacer de casualidad, sin pensar que me gustaría tanto hacer y que gustaría tanto cuando lo regalas fue el punto de cruz. Empecé con los baberos, que fueron un éxitazo en la parada y últimamente me estoy animando a probar en toallas y diferentes dibujos.
Os dejo una pequeña muestra de los baberos que quedan:
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